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Los vasos precipitados son un tipo de vidrio especialmente diseñado para usar en laboratorio. Están hechos de vidrio borosilicato de alta resistencia al calor y tienen una forma especial de cuello largo y estrecho. Se usan para disolver sólidos en líquidos, filtrar los resultados y para realizar ajustes de volumen.
Los vasos precipitados son un tipo de vidrio especialmente diseñado para usar en laboratorio. Están hechos de vidrio borosilicato de alta resistencia al calor y tienen una forma especial de cuello largo y estrecho. Se usan para disolver sólidos en líquidos, filtrar los resultados y para realizar ajustes de volumen.
Vaso precipitados vidrio Pyrex. Capacidad 1000 ml
23559
Forma baja Vidrio borosilicato
Vaso precipitados vidrio Pyrex. Capacidad 2000 ml
23560
Forma baja Vidrio borosilicato
Vasos precipitados vidrio Pyrex 25 ml. Caja 10 unidades
23561
Forma baja Vidrio borosilicato
Vasos precipitados vidrio Pyrex 50 ml. Caja 10 unidades
23562
Forma baja Vidrio borosilicato
Vasos precipitados vidrio Pyrex 100 ml. Caja 10 unidades
23563
Forma baja Vidrio borosilicato
Vasos precipitados vidrio Pyrex 250 ml. Caja 10 unidades
23565
Forma baja Vidrio borosilicato
Vasos precipitados vidrio Pyrex 400 ml. Caja 10 unidades
23566
Forma baja Vidrio borosilicato
Vasos precipitados vidrio Pyrex 600 ml. Caja 10 unidades
23567
Forma baja Vidrio borosilicato
Vasos precipitados vidrio Pyrex 1000 ml. Caja 10 unidades
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Forma baja Vidrio borosilicato
Vasos precipitados vidrio Pyrex 2000 ml. Caja 10 unidades
23570
Forma baja Vidrio borosilicato
Los vasos precipitados de laboratorio son recipientes utilizados para contener líquidos y realizar reacciones químicas, son altos, con una base ancha y un pico para verter líquidos con precisión. Son imprescindibles en cualquier laboratorio debido a su versatilidad y capacidad para medir volúmenes de líquidos de forma precisa.
Los vasos precipitados de laboratorio se utilizan para realizar diversas funciones, como mezclar, calentar, evaporar y medir volúmenes de líquidos. Son ideales para disolver sólidos en líquidos, realizar reacciones químicas y controlar el proceso de precipitación de sustancias.
Además, los vasos precipitados son útiles para transferir líquidos de un recipiente a otro, almacenar muestras temporales y realizar titulaciones químicas. Su diseño robusto y su capacidad para soportar altas temperaturas los hacen imprescindibles en la mayoría de los experimentos de laboratorio.
Existen diferentes tipos de vasos precipitados de laboratorio, que varían en tamaño, material y capacidad. Los más comunes son los de vidrio borosilicato, debido a su resistencia a altas temperaturas y productos químicos. También existen vasos de plástico, aunque su uso se limita a aplicaciones menos exigentes.
Los vasos precipitados pueden tener capacidades que van desde unos pocos mililitros hasta varios litros, lo que los hace adecuados para una amplia gama de experimentos. Algunos vasos precipitados tienen graduaciones en su superficie, lo que facilita la medición precisa de volúmenes de líquidos.
En cuanto a su forma, los vasos precipitados pueden ser bajos y anchos, ideales para mezclar líquidos, o altos y estrechos, adecuados para calentar sustancias sin que se derramen. También existen vasos con tapa, que permiten realizar reacciones bajo condiciones controladas.
En resumen, los vasos precipitados de laboratorio son herramientas esenciales en cualquier laboratorio, gracias a su versatilidad, resistencia y capacidad para medir volúmenes de líquidos con precisión. Su diseño y materiales de alta calidad los convierten en instrumentos indispensables para la realización de experimentos químicos y biológicos.